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domingo, 7 de junio de 2015

Taller con Aloe o Sabila

El cristal de aloe, con su aspecto de hielo.

En esta ocasión ha sido el alumnado de 1º ASIR-OPD, que después de un duro examen se merecía algo revitalizante.
He aprovechado que una de las alumnas es aficionada a la fotografía, para mostraros el proceso de una de las maneras de preparar el aloe y tomarlo de una forma agradable.

Comencemos por el principio, lo primero que necesitamos es disponer de plantas de aloe, y quien no disponga de ellas que nos las pida, se pueden cultivar perfectamente en maceta.

Siempre seleccionamos la hoja más antigua, le damos un pequeño corte junto al tronco ...


 ... y la giramos hacia el lado opuesto al corte, veremos que se desprende fácilmente.



Como tendrá restos de tierra o polvo, procedemos a un lavado externo.
 

Hay varias formas de extraer el interior de la hoja, nosotros las hemos troceado, para todos los participantes puedan tener la experiencia de pelar aloe.


 Después los pasos básicos para pelarlo son, quitar los bordes


 y el resto de la corteza, no pasa nada que se le quede algún resto verde, pero de primeras por prudencia no abusen de la corteza. Tengo un amigo que se lo toma de forma integral, es decir, con toda su corteza, y le va bien.


Y así obtenemos lo que se llama el filete de aloe.


¡Todo el mundo a pelar!


 Y al mismo tiempo otros están haciendo zumo de naranja, en esta ocasión traidas directamente del Valle de Lecrín.

Una vez pelado lo vamos troceando, para facilitar la posterior trituración. ¡Buen trabajo! Conseguimos casi dos tarros de aloe troceado.


Os mostramos los ingredientes de lo que va a ser nuestra merienda, pero todavía no hemos teminado.


Ahora nos toca batirlo, cada uno se utiliza la máquina que tenga.
En esta ocasión hemos usado dos distintas, y curiosamente los resultados han sido diferentes.
En la siguiente imagen estamos rellenando el vaso de un molinillo, de los que tienen las cuchillas en el fondo, de velocidad única.
Podemos observar la calidad del aloe por su consistencia.


Además hemos usado una batidora de varilla, con distintas velocidades.
Con el molinillo, se ha emulsionado más con aire, ha quedado con un aspecto blanco y tenía un ligero aroma a leche recién ordeñada. Pese a su mejor apariencia y olor, creo que si querermos conservarlo por varios días se oxidaría antes (recipientes laterales).

El recipiente central, está batido con la de varilla comenzando con una velocidad media y procurando no mezclar con mucho aire.


Llega el momento de mezclar el aloe con el zumo ...


... y así obtener un cremoso, nutritivo y delicioso zumo de naranja.


Hacemos un brindis ¡Salud! Nunca mejor dicho.



Lo volvemos a repetir para que conozcáis a nuestra magnífica fotógrafa, Ioana.


Y aquí con los alumnos de 4º de la ESO-Diversificación, que después de haber estado cavando un rato, se merecían una sana y refrescante merienda.



CUIDADO

En el taller con 1ºASIR-OPD el contenido de aloina era mínimo, por lo que no procedimos a quitársela. Pero si es abundante es necesario eliminarla, esto se hace simplemente echando los filetes de aloe en un escurridor y pasarlos un momento debajo del grifo, en nuestro caso debajo del chorro de la manguera.

Cuando hicimos el taller con 4º ESO,  si que tenía aloina y lo pasamos por el escurridor. En la siguiente imagen lo que se ve caer del escurridor ya no es aloina.


En este taller también aprovechamos para preparar crema de aloe, que se puede usar para el cuidado de la piel, como protector solar y para después de tomar el Sol.

Es bien fácil de preparar. Al aloe batido se le mezcla un poco de aceite de sésamo. Como la mezcla no lleva conservantes hay que guardarlo en refrigeración, y se mantiene una semana aproximadamente, cuando adquiere un color rosaceo hay que desecharla.

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